jueves, 29 de agosto de 2013

Él no se acercó

Él no se acercó, pero yo lo conozco y pasaron tantas cosas entre ese momento y este, que hice de cuenta que los dos nos habíamos olvidado de todo y me acerqué a saludarlo, pero pasé por arriba de su silencio y su distancia.

Tal vez sin querer lo traté mal.

Pero yo sé que lo quiero.

Y que el maltrato me expulsó de mi centro con la fuerza centrífuga del error.

El error expulsa a la verdad con una fuerza centrífuga.

Y la verdad atrae al amor con una fuerza centrípeta.

Mi centro está corrido desde que lo saludé.

Y me siento atraída por el vacío.

Yo soy esa imagen que se repite infinitas veces, sucesivas, en el espejo paralizado del tiempo.



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