miércoles, 31 de diciembre de 2008
Psicoanálisis
Mi psicólogo dice que soy obsesivo compulsiva, yo creo que además soy bipolar y medio border, pero me lo guardo porque tampoco quiero que piense que soy hipocondríaca, hay enfermedades que dan vergüenza. Cuando voy a verlo me despierto de buen humor y me preparo especialmente. Trato de ir siempre con una ropa distinta y colorida, los psicólogos se fijan en todo, desde la hora en que se llega hasta la pose en que uno se sienta. Al principio de la terapia quería enfatizar que mi estado de ánimo no era el mejor, me sentaba encorvada, trataba de no mirarlo a la cara y de esgrimir frases cortas, para dar sensación de trastornos de algún tipo no especificado. Me encanta que me psicoanalice, me mira fijo, anota cosas en un papel, y cuando me largo a llorar me pregunta, ¿porqué llorás?, o ¿qué sentís?, preguntas a las cuáles nunca les encuentro respuesta. A veces llego y me quedo callada, lo cuál significa que tengo ganas de que me haga un test, él lo entiende enseguida y saca una hoja en blanco y varios lápices de colores. Cuando termina la sesión trato de ser cálida y saludarlo con un beso en la mejilla para demostrarle mis progresos.
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